“As iron sharpens iron, so one man sharpens another.” (Proverbs 27:17)
Sloan Scott
In 8th grade we found out that we were getting a new track coach and I was not amused. We were getting an older man who had coached at least 30 years – how was he going to relate to a bunch of middle schoolers? Fast forward to my senior year and that man was still my track coach and one of the greatest blessings of my running career.
Ronn Rubio has influenced me in more ways than I can count. He saw my running potential when I couldn’t see it for myself. He let me sit in the bed of his truck and cry when I had a bad day at school. He taught me strange things like the pattern of license plates. But most importantly, he taught me about God. He gave devotionals about good things like duct tape, better things like friendship, and the best things like our relationship with God. When you talk to Coach Rubio, you see his love for the Lord. You see how God has worked through him.
It has been over 15 years since Ronn Rubio first became my coach and God has tremendously blessed that relationship every year. I wouldn’t be who I am without Coach Rubio. What a blessing it is to know him!
“Al igual que hierro afila hierro, un hombre afila a otro.” (Proverbios 27:17)
Sloan Scott
En octavo grado nos enteramos de que íbamos a tener un nuevo entrenador de atletismo y no me hizo gracia. Estábamos recibiendo a un hombre mayor que había entrenado al menos 30 años. ¿Cómo se relacionaría con un grupo de estudiantes de secundaria? Avance rápido a mi último año y ese hombre todavía era mi entrenador de atletismo y una de las mayores bendiciones de mi carrera como corredor.
Ronn Rubio me ha influido en más formas de las que puedo contar. Vio mi potencial para correr cuando yo no podía verlo por mí mismo. Me dejaba sentarme en la caja de su camioneta y llorar cuando tenía un mal día en la escuela. Me enseñó cosas extrañas como el patrón de las matrículas. Pero lo más importante, me enseñó acerca de Dios. Dio devocionales sobre cosas buenas como la cinta adhesiva, cosas mejores como la amistad y las mejores cosas como nuestra relación con Dios. Cuando hablas con el entrenador Rubio, ves su amor por el Señor. Ves cómo Dios ha obrado a través de él.
Han pasado más de 15 años desde que Ronn Rubio se convirtió por primera vez en mi entrenador y Dios ha bendecido enormemente esa relación cada año. No sería quien soy sin el entrenador Rubio. ¡Qué bendición es conocerlo!