“My brethren, count it all joy when you fall into various trials” (James 1:2)
Carren Marvin
It’s All in Your Head
Several years ago, I was in a ladies’ class with a hardworking single mom who was raising her five children on her own. One night, the teacher asked us each to write down one word that described how we felt at that particular juncture in our lives. Feeling the weight of the world on me, I wrote the word “stressed.” As we each took turns sharing our responses, we all sat with mouths agape after the single mom of five kids shared hers. “Blessed,” she softly said. We all thought we misheard her. Here was a woman who shouldered enormous responsibility and had no one to help her. Yet when asked to describe how she felt, she answered from a grateful heart. I realized that night that perspective is everything, and how we think is inextricably linked to how we feel. In fact, the most common framework from which mental health professionals practice is deeply rooted in the powerful connection between our thoughts and our feelings. So it really is all in our heads. Paul is an incredible example of the power of perspective. How often does Scripture show him singing and rejoicing from prison, of all places? Wow! His letters are evidence that he saw himself as “blessed,” not “stressed.” Let’s follow Paul’s example! We are indeed blessed, but only our willingness to think of our lives as such will increase the joy we feel inside.
Dear Lord, please transform us by the renewing of our minds. Help our biggest impression of life at any moment, in any state, to be that we are completely and utterly blessed. Amen.
“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas” (Santiago 1:2)
Carren Marvin
Todo está en tu cabeza
Hace varios años, estaba en una clase de damas con una madre soltera trabajadora que criaba sola a sus cinco hijos. Una noche, la maestra nos pidió a cada uno que escribiera una palabra que describiera cómo nos sentíamos en ese momento particular de nuestras vidas. Sintiendo el peso del mundo sobre mí, escribí la palabra “estresado”. Mientras nos turnábamos para compartir nuestras respuestas, todos nos quedamos boquiabiertos después de que la madre soltera de cinco hijos compartiera la suya. “Bendita”, dijo en voz baja. Todos pensamos que la habíamos oído mal. Aquí estaba una mujer que cargaba con una enorme responsabilidad y no tenía a nadie que la ayudara. Sin embargo, cuando se le pidió que describiera cómo se sentía, respondió con un corazón agradecido. Me di cuenta esa noche que la perspectiva lo es todo, y cómo pensamos está indisolublemente ligado a cómo nos sentimos. De hecho, el marco más común desde el que practican los profesionales de la salud mental está profundamente arraigado en la poderosa conexión entre nuestros pensamientos y nuestros sentimientos. Así que realmente está todo en nuestras cabezas. Paul es un ejemplo increíble del poder de la perspectiva. ¿Con qué frecuencia las Escrituras lo muestran cantando y regocijándose desde la prisión, de todos los lugares? ¡Guau! Sus cartas son evidencia de que se veía a sí mismo como “bendecido”, no “estresado”. ¡Sigamos el ejemplo de Pablo! De hecho, somos bendecidos, pero solo nuestra disposición a pensar en nuestras vidas como tales aumentará la alegría que sentimos en nuestro interior.
Querido Señor, por favor, transfórmanos mediante la renovación de nuestras mentes. Ayuda a que nuestra mayor impresión de vida en cualquier momento, en cualquier estado, sea que seamos total y absolutamente bendecidos. Amén.